Comenzarás desayunando con ellos y acabarás charlando y riendo en inglés durante las horas sociales, después de las cenas. Durante 15 horas diarias estarás en contacto con personas de habla inglesa, venidas de todo el mundo, cada una con su acento particular. El problema es que los cursos de inglés muestran situaciones “no reales” de comunicación, en las que el profesor vocaliza más, busca palabras fáciles e incluso habla más despacio para adaptarse a tu nivel.